No son lo mismo. Bajo la definición con la que trabajamos en CONSENSOS®, “conflicto” significa “la presencia de aspiraciones incompatibles entre dos o más partes.” Por ejemplo, si el esposo quiere salir a un concierto y la esposa prefiere quedarse en casa a ver una película en la televisión, existe un conflicto. Pero éste no tiene, necesariamente que volverse una pelea: es perfectamente factible que al surgir un conflicto, éste sea resuelto sin jamás escalar (o sea, volverse pelea).
Hay circunstancias –por ejemplo, cuando la otra parte es peligrosa- en las que lo más sensato es evitar un conflicto. Excepto en esos casos, es preferible no evitarlos y, al contrario, afrontar los conflictos y, si es posible, buscarles solución. La experiencia de la mayoría de personas tiende a sugerir que cuando conflictos evitados vuelven a aflorar, lo hacen con más intensidad y mayor tendencia a escalar de las que les caracterizaba cuando primero surgieron.
No si se entiende que “ceder” significa renunciar totalmente a la satisfacción de las propias necesidades y aspiraciones: al contrario, el que una de las partes “ceda”, en este sentido, significa que el conflicto tiene un desenlace Gana,Pierde que es diametralmente opuesto a la resolución, que mas bien consiste en un desenlace Gana,Gana. Lo anterior no quita que, en la búsqueda de la resolución de un conflicto, todas las partes cedan alguna parte de sus aspiraciones para lograr ese desenlace Gana,Gana.
No. Cuando un conflicto ha surgido porque una de las partes busca cometer una abuso sobre la otra, es más bien legítimo confrontar, aunque, en el extremo, esto lleve a que el conflicto escale y se vuelva una pelea.
No. A veces, por mucha buena voluntad que pongan de manifiesto las partes, las propias circunstancias del conflicto, las condiciones sicológicas de las partes u otros factores pueden impedir que éstas lleguen a un acuerdo mutuamente satisfactorio.
(a) Diagnosticando la naturaleza, las causas, los actores, el estado y las posibles evoluciones del conflicto; (b) Asesorando y apoyando la definición de una estrategia para manejar el conflicto; (c) Negociando en representación de una de las partes; (d) Interviniendo entre las partes como tercera parte imparcial; (e) Capacitando a las personas involucradas en el conflicto a través de sus programas de Formación en Manejo de Conflictos.
Significa reconocer su existencia (no evitarlo), formular una estrategia para abordarlo, y ejecutar esa estrategia de manera coherente en el tiempo. Las dos principales estrategias de manejo son: (i) si el conflicto es susceptible de resolución, trabajar en busca de esa resolución hasta lograrla; o (ii) si el conflicto no es susceptible de resolución, buscar evitar que escale a niveles de alta hostilidad y mutua destructividad entre las partes.
El interés legítimo de una tercera parte imparcial es apoyar a las partes en conflicto en el logro de sus objetivos de manejo y/o de resolución. La esencia de la imparcialidad radica en el hecho que la tercera parte no persigue ni sus propios intereses ni los de una parte en desmedro de los de otra.
Del lado de ambas o todas las partes, a favor de que encuentren mejores maneras de manejo de conflictos que la pelea, la agresión y la destrucción mutua.
Sí, es posible. La imparcialidad no significa que la tercera parte no llegue a sentirse más inclinada a favor de una de las partes, o que nunca llegue a pensar que una parte tiene más razón que la otra: “imparcialidad” significa actuar de maneras que no favorezcan los intereses, las necesidades y las aspiraciones de una parte por sobre los intereses, las necesidades y las aspiraciones de la otra.
Los métodos que aplica CONSENSOS®, basados en las teorías y el trabajo del Prof. Herbert C. Kelman de la Universidad de Harvard, se centran en buscar que las partes en conflicto logren comunicarse entre ellas de manera analítica y respetuosa y, sobre esa base, lleguen a comprender la perspectiva del otro y a estar dispuestas a buscar una resolución negociada, mutuamente satisfactoria.
Ninguno. Son las partes las que resuelven sus conflictos. CONSENSOS® puede ayudarles, pero solo si las partes tienen real interés en lograr la resolución y hacen los esfuerzos necesarios.